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El bastardo resulta del trabajo de un escritor empeñado en develar su propia voz y estilo, sin omitir en ello los recursos estilísticos de los autores clásicos que han sido su escuela. Esto queda confirmado en la precisión y belleza de cada párrafo. Pero la grandeza de su escritura radica en su manera de conseguir que las emociones de sus personajes trastoquen las nuestras y las hagamos propias de tal manera que perduran más allá de la última página: en la melancolía de un viejo actor de teatro derrotado en el último acto de su existencia; en las interrogantes de un niño que deberá acompañar al padrastro en un largo viaje por carretera; en la desesperación de otro por conseguir su anhelado regalo de cumpleaños; a través de la ilusión de un muchacho que pretende ver continuada la vida de su hermano en la donación de un órgano; o desde el resentimiento avivado por los recuerdos familiares de un hombre en el funeral de su abuelo.
Azarel Doroteo Pacheco es de los pocos escritores que puede presumir de haber publicado su primer libro por insistencia de terceros, mismos que apostamos a que a partir de esta obra él será no sólo un referente de las letras oaxaqueñas, sino también uno de los más grandes escritores que yo he tenido la suerte de leer.
Azarel Doroteo Pacheco es oriundo del pueblo de Asunción Tlacolulita, en el Distrito Yautepec, Región Sierra Sur, Oaxaca, México. Ha participado en los talleres de cuento corto de la Biblioteca Henestrosa y ha sido miembro, además, del Colectivo Cuenteros. Sus cuentos se han publicado en los periódicos Imparcial y Noticias. En el 2019, publicó la plaqueta «Ciento cincuenta», una colección de minificciones de precisamente 150 palabras.
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Poemas escritos por Jessica Santiago en sus letras refleja su vida cotidiana, ambiente y personas a quienes aprecia.
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En Sol de agosto, la primera recopilación de cuentos de Antonio Pacheco Zárate (Santa Catarina Juquila, Oaxaca), la fantasía fluye de la mano de una descarnada realidad. Camino al cementerio Cecilia ordena llevar el cuerpo de su difunto esposo a casa de la ex amante: Y brille para él la luz perpetua. La soltería de un hombre provoca suspicacias en un pueblo donde la tranquilidad la alteran Si no los perros, la gente. Un celular robado va de mano en mano entre ingenuos y bribones cuyos destinos son tan azarosos como las caras de una Pirinola. La atracción entre la futura esposa y el sobrino de un general culmina entre las notas de un Hiperbólico tango sódico. Un adolescente, su último juguete y nuevos sentimientos de los que Nadie tiene por qué enterarse. Una pareja de ancianos buscan sobrevivir con dignidad en medio de la pobreza extrema mientras llega el día en que les bastará Una caja y cuatro velas. Tras la quiebra de su comercio, un hombre se une a los indigentes que recorren la Central de Abastos bajo el inclemente Sol de agosto.
Prefiero decir el nombre de un sitio: Santa Catarina Juquila, el de un estado, Oaxaca, el de una región, la chatina. Surge la narrativa de Antonio, su voz inconfundible; pocos logran que el sitio real de los desesperados ocupe un lugar en la literatura mexicana. – CÉSAR RITO SALINAS
El autor Daniel Nizcub Vásquez Cerero comparte sus experiencias de transición espiritual y corpórea. En su proceso el miedo toma aliento de la vida cotidiana andando en las calles, nombrando cada parte de su cuerpo (sin nombrarlo anatómicamente), abrazando el proceso de reencontrar aquello desde las profundidades del alma y la piel. El formato del libro ambiverso de un lado revive las transiciones y del otro revive el ser yo, ambos resultados de una introspección literaria.
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